Para avanzar en el horizonte de cambio de ACOOC, se han definido tres líneas de trabajo que guían las áreas estratégicas institucionales:
Líneas de trabajo
Brindamos acompañamiento legal, político y psicosocial a jóvenes que buscan definir su situación militar como objetores de conciencia, ya sea de manera preventiva o en respuesta a irregularidades en el proceso de definición de la situación militar. Este acompañamiento previene la vulneración de sus derechos a la libertad, debido proceso, trabajo, educación y objeción de conciencia.
Líneas de trabajo
Desarrollamos procesos formativos dirigidos a jóvenes, comunidades y organizaciones sobre temas como objeción de conciencia, antimilitarismo, noviolencia, construcción de masculinidades cuidadoras, prevención de violencias basadas en género, y la relación entre patriarcado y militarismo. Esto se lleva a cabo a través de metodologías divergentes centradas en el aprendizaje lúdico, utilizando juegos y juegos de mesa que abordan estas temáticas y facilitan la reflexión en torno a ellas. Además, buscamos visibilizar los impactos del militarismo y la militarización en la vida y territorios juveniles, en colaboración con profesionales y universidades nacionales e internacionales, mediante investigaciones que han evidenciado la magnitud de las detenciones arbitrarias y respaldado el derecho a la objeción de conciencia.
Líneas de trabajo
Promovemos una cultura de paz y respeto por los derechos humanos mediante estrategias comunicativas que abarcan redes sociales, medios alternativos y acciones directas noviolentas (ADN), con el fin de sensibilizar y generar conciencia social sobre la importancia de los derechos humanos y la paz.
En el ámbito de incidencia, realizamos acciones de cabildeo a nivel nacional y participamos en espacios de diálogo con legisladores, organizaciones civiles e internacionales para contribuir a la creación de normativas coherentes con los derechos constitucionales. Nuestras acciones de incidencia internacional, que incluyen la evaluación de Colombia por el Comité de Derechos Humanos de la ONU y la colaboración en informes alternos de derechos humanos, han permitido visibilizar la situación de militarización en el país en foros como Naciones Unidas y la Unión Europea.